MI HISTORIA

Mi vida no ha sido fácil, he vivido muchas experiencias y llevé muchas piedras a cuestas durante muchos años. Con el paso del tiempo me acostumbré a vivir en mi pasado y era la «víctima» de todo y todos los que habían pasado por ella, haciéndome tanto daño. Llegó un punto en que la desconfianza y el rechazo, hicieron una coraza que no permitía que nadie pudiera entrar, pero tampoco dejaba salir a mi auténtica yo.
Totalmente cerrada, exigente y perfeccionista, me ahogue, minando la poca autoestima que me pudiera quedar. Estaba estresada, agotada, desmotivada, me quejaba de todo, era fría y calculadora, nada me conmovía, estaba totalmente decepcionada: de la vida, de la gente, del trabajo. Solo sobrevivía sin amor y sin esperanza.
Está claro que no, no era para nada feliz, estaba amargada, triste y muy, muy sola. Me sentía al borde de una carretera con todos los pedazos rotos de mi vida a mis pies y sin saber qué hacer con todos ellos. Mi vida era un completo desastre… No quería comer, ni dormir.
Hasta que un buen día del año 2015 mi cuerpo dijo «ya basta»… El resultado de todo esta historia es que me rompió una arteria del corazón (DCA) y tuve 2 infartos y como secuela, un rendimiento cardiaco al 60% que me dejo en cama por 3 meses. Síp… Casi me muero (literalmente). No te niego, que fue el mayor golpe que he recibido en toda mi vida, estaba tan sola en este país.
No estaba bien ni a nivel físico, ni psicológico, ya tenía ansiedad reactiva al entrar al hospital y luego paso a ser también depresión severa, shock postraumático y fobia, lo pasé realmente mal en los 2 años que siguieron y te cuento todo esto porque quiero que me conozcas y comprendas de verdad por qué hoy estoy aquí.
Especialistas me ayudaron a sanar, física y mentalmente y gracias a todos ellos, a mi esfuerzo y al amor y cuidado de mis hijos y mis amigas, tarde 6 meses en estar físicamente al 100% y ¿sabes qué?
Que al mirar atrás entendí que ya no podía volver a ser, ni a hacer lo que había hecho hasta ese momento, así que decidí usar mi pasado y me embarque en la aventura más excitante e importante de toda mi vida: Me rediseñé y volví a empezar, aunque estos años de recuperación han requerido de toda mi fortaleza y constancia.
Me di cuenta de que la vida es «tan preciosa y tan corta», que no vale la pena hacer las cosas solo por sobrevivir, ahora estoy tan agradecida por todo lo que tengo y lo que experimento cada día. Vivir para mí es un lujo que disfruto plena y apasionadamente, saboreando cada minuto, con aquellos que quieran compartir mi camino.
Con un proceso de coaching descubrí lo quería hacer, si a mi me había pasado esto no quería que nadie tuviera que pasarlo. Eso fue lo que me inspiro a seguir mi pasión, que no es otra que ayudar a los demás con lo que sé y he aprendido, por eso me he enfocado en lo que más nos cuesta a todos: el amor propio, la compasión, la comunicación, a aprender a relacionarnos sanamente, a hablar sin herir, a manejar nuestra inteligencia emocional para vivir equilibrados, agradecidos y felices.
Gastamos nuestros días en trabajar para poder comer, para luego, poder disfrutar de las pocas horas que nos quedan con nuestros seres queridos, vivimos años enteros amargados, luchando contra un pasado que no podemos cambiar y ansiosos por un futuro que ni siquiera podemos controlar. Luchamos todos los días por encontrar nuestro lugar en este mundo, nuestro propósito eso que nos inspire y nos haga felices, pero finalmente es una materia que siempre se queda para después, cuando eso es lo más importante.
Sé que vivimos momentos duros, pero hay que seguir viviendo y a pesar de lo que pueda pasar intentar ser felices cada día.
Gracias por leer mi historia, espero humildemente que te inspire para buscar tu final feliz. Un abrazo de mi corazón al tuyo,
Lina
Estos son mis valores

Honestidad

Compromiso

Pasión

Excelencia
Hay dos maneras de vivir:
«Puedes vivir como si nada fuera un milagro, o puedes vivir como si todo fuera un milagro».
Albert Einstein

– Me gusta escuchar el mar, porque me recuerda, cuando era niña, al sonido de la respiración de mi mamá cuando dormía abrazada a ella.
– Me encanta hacer arreglos caseros y me avergüenza un «poquillo» decir que de vez en cuando veo el programa de televisión de Bricomanía.
– Antes creía que uno tenía un destino que estaba escrito, ahora sé que «tú haces tu camino al andar, tú eres el dueño de tu vida y si la lideras bien, se puede convertir en extraordinaria».
– Me encanta el viento, porque cuando necesito pensar, salgo a dar un paseo y siempre siento que es una fuerza que me acaricia, me oxigena y me anima a seguir adelante.
– Me gusta observar a la gente mientras interactúa, porque he aprendido lenguaje corporal y es fascinante ver como dicen una cosa y expresan otra totalmente distinta con su cuerpo.
– Me encanta reírme y por eso veía vídeos graciosos de internet… (ahora casi no los veo) Valeee, lo admito, los de los gatitos me encantan.
–Creo en el crecimiento constante, la excelencia, la constancia y la productividad, estas herramientas hacen que siempre puedas alcanzar tus metas.
– Creo en el amor, la gratitud, la bondad y en la generosidad e intento dar eso a los demás, porque todas estas cosas unidas dan la felicidad.
– Sé que cada minuto de nuestra vida es un regalo, por eso los disfruto y exprimo de la mejor forma posible, viviendo en el ahora.
Yyyy Una confesión (la peor de todas) tuve una época malísima de obsesión por las gominolas de fresa y ahora no las puedo ni ver : (